Grupo de 4º de Arqueología de la UCM: Helena Muñoz, Patricia González, Andrea de Juan y Nuria Schlesinger.

jueves, 1 de octubre de 2015

¡A coser, fermosa dama!

Al habla Helena:

Toda película ambientada en otra época acaba requiriendo un atrezzo acorde a la ambientación del pasado. Desgraciadamente, no todos tenemos armaduras medievales, arcos largos fieles a la época ni piezas cerámicas o utensilios la época. 
Pero como nunca hay que rendirse por muy bajo que sea el presupuesto, podemos servirnos de nuestra propia habilidad para conseguir otros objetos adecuados o incluso fabricarlos. En esto caso, vamos a hacer algunos elementos de vestuario para nuestras actrices que ayudarán a “dar el pego” ante la cámara sin necesidad de disfrazarse con trajes de poliéster barato de del “Todo a Cien”.

Después de recurrir a una modesta monografía y a dos páginas de Internet con unas referencias bastante buenas, he seleccionado un par de piezas que podemos coser nosotros mismos. 

En este caso vamos a confeccionar un vestuario de mujer noble y, más allá de eso, española, cristiana y casada los cuales son elementos de relevancia ya que existen normas de vestuario adecuadas al estatus, al género y al estado social de la persona. Vamos a explicar cómo estos factores afectarán a nuestro producto:
  1.  Mujer casada: a diferencia de las núbiles, se esperaba de las casadas y de las viudas un mayor recato en su forma de vestir y su apariencia. Aunque hay una gran variabilidad en cuanto al talle de los vestidos (más holgados o más ceñidos), sí que se esperaba que los sayos, faldas, tabardos, traje talar etc... fuesen más largos que los de los hombres, que el cuello y la cabeza se cubriesen y que el pelo no fuese suelto (al contrario que con las doncellas).
  2. Noble: la mayor diferencia entre el vestuario de las clases más altas en oposición a las bajas se veían en la calidad de las telas (sederías, paños de lana, algodón, hilo, jamete, palio alejandrino...), en los colores con los que se teñían la ropa (los menos favorecidos no trataban la ropa o la teñían con colorantes fáciles de obtener, destacando los colores apagados o el negro), los bordados como galones o joyas incrustadas y los estampados.
  3. Cristiana española: no puede ignorarse la influencia musulmana que trajo consigo los gustos decorativos y estéticos desde Oriente y África. La sociedad española no sólo disfrutó de un mayor despliegue de ropajes sino también las sederías, tintes y estampados orientales que el resto de Europa no conoció. La moda y el vestuario morisco fue ampliamente explotado por las clases nobles y regias que batalleaban y, al mismo tiempo, trataban y comerciaban con este rico mundo.
De manera que nos va a hacer falta mucha tela para poder crear nuestro vestuario. Tras esta introducción, voy a reunir los materiales y enseñaros los primeros esbozos de nuestro primer trabajo de vestuario. Permaneced atentos.

Saludos de parte de Helena

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