Grupo de 4º de Arqueología de la UCM: Helena Muñoz, Patricia González, Andrea de Juan y Nuria Schlesinger.

martes, 17 de noviembre de 2015

Ejemplo de estudio antropológio sobre restos óseos

Los restos estudiados proceden de una necrópolis descubierta en el transcurso de una obra de acondicionamiento para la futura plantación de viñedos, en una finca situada en el término de Quintana. El estudio antropológico lo realizó Teresa Fernández Crespo junto a su equipo, que identificaron más de medio centenar de enterramientos, más un número indeterminado de inhumaciones de forma descontextualizada de época medieval y tal vez moderna (s. XII-XVI).

Las sepulturas, de tipología muy diversa (de fosa simple, antropomorfas u ovaladas talladas en la roca, de lajas,...), se encontraban orientadas generalmente al Este (con cierta desviación en algunas de las últimas fases) y parecían seguir en su mayoría (sobre todo en la etapa inicial de uso) una disposición ordenada, muy posiblemente condicionada por la situación de la iglesia.
Los cuerpos -junto a un ajuar escaso o inexistente- fueron, al parecer, depositados bien en un ataúd de madera, bien directamente sobre la superficie excavada, simplemente vestidos o debidamente amortajados siendo a continuación cubiertos por lajas, conformando una especie de sarcófago, o tapados directamente con tierra.

La colección antropológica de la necrópolis del despoblado de Quintana se encontraba ya depositada en el Museo de Arqueología y Fournier de Naipes de Álava (Bibat), en el momento de su estudio.
El material se hallaba en veinticuatro grandes cajas y distribuido en bolsas de plástico. No estaba limpio aunque se había retirado la mayor parte del sedimento para facilitar su estudio. Tampoco se encontraba siglado, pero las bolsas indicaban su pertenencia a uno u otro enterramiento (excepto en las dos últimas cajas, asignadas al “material descontextualizado”).

Su estado de conservación era por lo general no muy bueno, con multitud de sujetos poco representados anatómicamente debido principalmente a la acción, previa a la intervención arqueológica, de una máquina excavadora, y a varios procesos tafonómicos derivados de la intensiva reutilización sepulcral a la que habían sido sometidos muchos de los dispositivos. No obstante, también existía cierto número de esqueletos que, en el momento de su descubrimiento, se encontraban in situ, conectados y sin signos aparentes de perturbación.

Los sujetos inhumados en la necrópolis de Quintana fueron colocados generalmente en decúbito supino con las piernas extendidas, con los brazos flexionados a la altura del pecho o vientre y el cráneo ladeado, a excepción de ciertos individuos infantiles, que fueron depositados en decúbito lateral con los miembros plegados (generalmente bebés menores de seis meses). La forma de inhumación era, por lo tanto, diversa, creándose a veces un espacio de descomposición vacío mediante tapas pétreas o ataúdes- y otras colmándose las sepulturas con sedimento (con amortajamiento o no previo del difunto) debido posiblemente al largo lapso temporal durante el que se utilizó plausiblemente el cementerio (s. XII-XV).

El colectivo subadulto hallado in situ está conformado por 73 sujetos y el adulto por 42 individuos, lo que supone un predominio infanto-juvenil muy poco habitual en el registro.

Atendiendo a la mortalidad, parecen poder fijarse dos puntos de inflexión o momentos
críticos: a) uno en el paso de la primera a la segunda infancia, entre los cuatro y ocho años; y b) otro superada la treintena, década en que muere la mayoría de los sujetos que superan la adolescencia, alcanzándose rara vez la senectud.

La talla puede estimarse como mediana tanto en hombres como mujeres, existiendo una apreciable diferencia entre sexos (dimorfismo).

Desde el punto de vista patológico, finalmente, podemos subrayar una población sin demasiadas lesiones odonto-estomatológicas (desgaste moderado en el colectivo adulto y una baja incidencia de
caries, afectando a la cara interdental de los premolares o de los molares definitivos; aparece otro desgaste de forma severa, con la consiguiente inflamación del alveolo, provocando dos abscesos; se documentan también acumulaciones de sarro, ciertas retracciones de la encía y cerca de una decena de ejemplos de reabsorciones alveolares) y esqueléticas, destacando: varios casos severos de artrosis vertebral, dos posibles fracturas consolidadas, diversas lesiones entesopáticas fruto de un alto estrés músculoesquelético y la sacralización de una quinta lumbar como única anomalía en la osificación.


En resumen, se aprecian unos estados de salud y enfermedad muy similares a los documentados en otras necrópolis de cronología similar, en que las artropatías degenerativas parecen ser las afecciones más comunes, siendo excepcionales otras entidades nosológicas como las malformaciones congénitas, las enfermedades infecciosas, los procesos traumáticos o las neoplasias.

Patricia.
Fuente: Fernández Crespo, T. (2010) "Análisis antropológico de los restos humanos de la necrópolis medieval de Quintana (Leza, Álava)" Minube (Antropología-Arqueología), 61, pp. 329-337.

No hay comentarios:

Publicar un comentario