El
siguiente trabajo fue desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad
de Alicante, junto con la participación del Hospital General Universitario de
Alicante.
Los
datos históricos no aportaron datos concretos sobre la necrópolis excavada,
pero si indicaba que, durante el Medievo, hubo un gran número de pequeños
poblados en la órbita de Monreal. La inestabilidad política y social del siglo
XIV, con luchas continuas contra Castilla, y una sucesión de malas cosechas y
epidemias, hizo que la población se concentrara en torno a Monreal y su
castillo. EN este paraje seguramente existió un edificio religioso, situado
posiblemente en el extremo noreste, punto más elevado de la explanada en la que
se ubica el cementerio.
Todas
las tumbas encontradas seguían fielmente la orientación y el ritual cristiano
(se encontraron durante las excavaciones un total de 341 sepulturas). Al igual
que la mayoría de las necrópolis en medio rurales fechadas en estos siglos, el
número de sepulturas con objetos de ajuar es muy reducido, aproximadamente en
torno a un 10%.
En
relación a los esqueletos exhumados, se localizaron durante la excavación
arqueológica signos patológicos de diferente origen infeccioso, traumático y
obstétrico, entre otras, destacando los dos casos que menciono posteriormente.
En el siguiente trabajo se realizó un estudio detallado de dos lesiones
craneales, identificadas en dos inhumaciones procedentes del cementerio. La
primera correspondía al cráneo de un hombre adulto y maduro. La perforación que
se halló afectaba a ambos parietales y no parecía presentar signos de
infección. Los investigadores consideraron que esta perforación tenía un origen
traumático y que el individuo
había logrado sobrevivir. Por otra parte, la segunda lesión pertenecía a un
cráneo de mujer adulta joven. Afectaba al frontal y al parietal izquierdo,
incluyendo parte de la sutura coronal. Los investigadores consideraron que
tenía su origen en una trepanación, ya que había claros signos de remodelación
ósea, con tejido aparentemente cicatricial.
En
el cráneo masculino, parecía ser una lesión lítica cuya remodelación ósea s
tradujo como la supervivencia a dicha lesión. Los investigadores descartaron
una posible trepanación como origen de la lesión, ya que no presentaba la
morfología ni la localización típica de estas actividades, de forma que la
consideraron una lesión traumática por la acción de un arma cortante u objeto
inciso-contuso. El filo cortante provocó el arrancamiento del hueso. Pero no
descartan que pueda haber sido producida por enfermedades como la tuberculosis
o micosis, que pueden causar lesiones líticas (aunque deberían haberse
encontrado otras lesiones en el eso de los huesos del individuo).
Por
otra parte, en el cráneo de la mujer, el orificio que se observa sí que es
considerado por los como una posible trepanación.
Individuo
femenino Individuo
masculino
Se
realizaron también análisis a nivel general de ambos individuos. En el caso del
individuo masculino, en el análisis mandibular se observó cierto desgaste de
las piezas dentarias y se observó que tenían abundante sarro, por lo que
sufrirían enfermedades periodontales. Además, también se localizó una ligera
artrosis en la articulación temporomandibuar izquierda, ya que la derecha no
estaba conservada.
En
relación al esqueleto postcraneal, se observó que casi todo estaba afectado por
una fuerte artrosis. Además, tenía signos de actividad en relación a los
brazos, las manos y las piernas.
En
cuanto al individuo femenino, se localizaron restos de un segundo individuo. Su
mandíbula estaba incompleta, pero sirvió para ver que estaba afectada por una
caries incipiente y algunas pérdidas ante mortem, al igual que en el individuo
anterior .Además, también tenía muestras
de acumulación de sarro y abscesos. En cuanto a su esqueleto postcraneal,
también se localizó una artrosis incipiente a la altura de los hombros,
costillas y pies.
Patricia
Fuente: Ballesteros
Herráiz, J. M., De Miguel Ibáñez, M. P., García-Barberena Unzu, M., Unzu
Urmeneta, M. (eds.) (2013) Lesiones en dos cráneos medievales de la necrópolis
de Arizkoa (Monreal, Navarra), Vetera
corpora morbo afflicta, Actas del
XI Congreso Nacional de Paleopatología, pp. 109-122.
No hay comentarios:
Publicar un comentario