Grupo de 4º de Arqueología de la UCM: Helena Muñoz, Patricia González, Andrea de Juan y Nuria Schlesinger.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

EJEMPLO DE ESTUDIO PALOPATOLÓGICO. LESIONES EN DOS CRÁNEOS MEDIEVALES DE LA NECRÓPOLIS DE ARIZKOA (MOREAL, NAVARRA)

El siguiente trabajo fue desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad de Alicante, junto con la participación del Hospital General Universitario de Alicante.

Los datos históricos no aportaron datos concretos sobre la necrópolis excavada, pero si indicaba que, durante el Medievo, hubo un gran número de pequeños poblados en la órbita de Monreal. La inestabilidad política y social del siglo XIV, con luchas continuas contra Castilla, y una sucesión de malas cosechas y epidemias, hizo que la población se concentrara en torno a Monreal y su castillo. EN este paraje seguramente existió un edificio religioso, situado posiblemente en el extremo noreste, punto más elevado de la explanada en la que se ubica el cementerio.
Todas las tumbas encontradas seguían fielmente la orientación y el ritual cristiano (se encontraron durante las excavaciones un total de 341 sepulturas). Al igual que la mayoría de las necrópolis en medio rurales fechadas en estos siglos, el número de sepulturas con objetos de ajuar es muy reducido, aproximadamente en torno a un 10%.

En relación a los esqueletos exhumados, se localizaron durante la excavación arqueológica signos patológicos de diferente origen infeccioso, traumático y obstétrico, entre otras, destacando los dos casos que menciono posteriormente.
En el siguiente trabajo se realizó un estudio detallado de dos lesiones craneales, identificadas en dos inhumaciones procedentes del cementerio. La primera correspondía al cráneo de un hombre adulto y maduro. La perforación que se halló afectaba a ambos parietales y no parecía presentar signos de infección. Los investigadores consideraron que esta perforación tenía un origen traumático y que el individuo había logrado sobrevivir. Por otra parte, la segunda lesión pertenecía a un cráneo de mujer adulta joven. Afectaba al frontal y al parietal izquierdo, incluyendo parte de la sutura coronal. Los investigadores consideraron que tenía su origen en una trepanación, ya que había claros signos de remodelación ósea, con tejido aparentemente cicatricial.

En el cráneo masculino, parecía ser una lesión lítica cuya remodelación ósea s tradujo como la supervivencia a dicha lesión. Los investigadores descartaron una posible trepanación como origen de la lesión, ya que no presentaba la morfología ni la localización típica de estas actividades, de forma que la consideraron una lesión traumática por la acción de un arma cortante u objeto inciso-contuso. El filo cortante provocó el arrancamiento del hueso. Pero no descartan que pueda haber sido producida por enfermedades como la tuberculosis o micosis, que pueden causar lesiones líticas (aunque deberían haberse encontrado otras lesiones en el eso de los huesos del individuo).
Por otra parte, en el cráneo de la mujer, el orificio que se observa sí que es considerado por los como una posible trepanación.

Individuo femenino                                         Individuo masculino

Se realizaron también análisis a nivel general de ambos individuos. En el caso del individuo masculino, en el análisis mandibular se observó cierto desgaste de las piezas dentarias y se observó que tenían abundante sarro, por lo que sufrirían enfermedades periodontales. Además, también se localizó una ligera artrosis en la articulación temporomandibuar izquierda, ya que la derecha no estaba conservada.
En relación al esqueleto postcraneal, se observó que casi todo estaba afectado por una fuerte artrosis. Además, tenía signos de actividad en relación a los brazos, las manos y las piernas.
En cuanto al individuo femenino, se localizaron restos de un segundo individuo. Su mandíbula estaba incompleta, pero sirvió para ver que estaba afectada por una caries incipiente y algunas pérdidas ante mortem, al igual que en el individuo anterior  .Además, también tenía muestras de acumulación de sarro y abscesos. En cuanto a su esqueleto postcraneal, también se localizó una artrosis incipiente a la altura de los hombros, costillas y pies.
  
Patricia
Fuente: Ballesteros Herráiz, J. M., De Miguel Ibáñez, M. P., García-Barberena Unzu, M., Unzu Urmeneta, M. (eds.) (2013) Lesiones en dos cráneos medievales de la necrópolis de Arizkoa (Monreal, Navarra), Vetera corpora morbo afflicta, Actas del XI Congreso Nacional de Paleopatología, pp. 109-122.


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