¡El vestido ya ha adoptado forma y color!
Desgraciadamente, el tinte que juraba ser violáceo ha
terminado siendo rojizo (no te puedes fiar de los tintes postindustriales) pero
espero que los detalles y los agregados consigan definir nuestra creación como un
vestido de calidad.
Tras retocar y coser profusamente el tronco que forma nuestro vestido, he esbozado, cortado e hilvanado dos mangas amplias a partir del codo con forma triangular. Como es una hopalanda a modo de sobretodo ha de ser abrigada así que, tras el teñido, voy a agregar una segunda capa interna de tela blanca con dibujo morisco a la moda castellana del siglo XIV y un falso recogido en las muñecas...pero será tras mi entrada futura sobre el uso de las pieles y algunos detalles interesantes de vestimenta medieval que nos ha llegado hasta nosotros.
Detalle del vestido sin teñir (nótese la pésima calidad de mi cámara anterior del móvil)
Teñido: no muy fiel al estilo medieval, pero tampoco puedo irme a Fez a teñir.
Sí, os vamos a dejar con las ganas. Aún es pronto y queda el cosido definitivo, pero nos lo reservamos para la próxima entrada. ¡Hasta entonces, Helena se despide!
Te digo yo que si lo tiñeses por el método tradicional, tardarías lo suyo. Para conseguir el tinte púrpura te hartarías a prensar caracoles de púrpura, a unos 12.000 el gramo y medio (Chaix y Méniel 2001: 29).
ResponderEliminarBuen aporte :)
EliminarAhora que lo dices, me saldría más barato aplastar cochinillas incluso, pero el tiempo no nos lo permite.
Un saludo.