MEDICINA EN LA EDAD MEDIA:
EPIDEMIAS
Pieter Bruegel el Viejo. El triunfo de la Muerte, 1562, Museo del Prado
A partir del siglo II d.C. comenzará a detectarse signos de un estancamiento demográfico y de una mortalidad incrementada. En torno al siglo III al VI es cuando se comienzan a detectar los primeros signos del surgimiento de las grandes epidemias, con una alta mortalidad y de amplia difusión por todo el mundo antiguo y medieval: aumentó la morbilidad y la mortalidad palúdica, posiblemente por la introducción en Europa, desde Asia y el norte de África, de dos nuevas
especies de mosquito que transmite más eficazmente el paludismo; en el siglo VI, se describe por primera vez en el Mediterráneo la forma que conocemos actualmente de la lepra, y que debió de aparecer allí poco después; la peste de Justiniano, que apareció por primera
vez en el siglo VI, e imposibilitó definitivamente los esfuerzos de
recomposición del imperio romano.
Durante la Edad Media temprana (hasta el año 1000) se produjeron epidemias recurrentes y guerras que contribuían a
empeorarlas. Por fuera de las fronteras del Antiguo Imperio romano parece haber
existido una ecología sanitaria más favorable y un mayor crecimiento
demográfico, que permitió a los pueblos llamados bárbaros realizar sus
invasiones sucesivas. En el Antiguo Mundo, sin embargo, fue disminuyendo poco a poco la
virulencia de algunas enfermedades epidémicas, como el sarampión y la viruela,
las cuales fueron haciéndose menos graves y más típicas de los niños.
Entre el año 1000 y la peste negra del siglo
XIV, mejoraron las condiciones sociales, aumentó la producción agrícola y
disminuyeron las epidemias. Europa experimentó así un gran crecimiento demográfico
que permitió extenderse a su población por primera vez hacia territorios
limítrofes, entre ellos el este de Europa, Palestina y el sur de España.
En la Edad Media tardía, la irrupción de la peste negra supuso el comienzo de una serie de rebotes
epidémicos posteriores por toda Europa que estancaron su demografía. El clima
de Europa se hizo más frío y disminuyó la incidencia de la lepra, pero comenzó
a aumentar la tuberculosis.
Pieter Bruegel el Viejo
Estas epidemias, y concretamente la Peste Negra que asoló Europa en el siglo XIV, tuvieron tanta incidencia en la mentalidad de la sociedad de la época que se creó un género dentro del arte, la Danza de la Muerte. Tanto la poesía, como la pintura, el teatro y la escultura representaban con frecuencia este tema como recordatorio de lo único cierto en la vida, que el ser humano acaba sucumbiendo.
Sin importar que fuesen niños o ancianos, ricos o pobres, nobles o campesinos, la muerte les alcanza a todos, por eso se representaba a la Muerte bailando con los diferentes miembros de la sociedad.
Pieter Bruegel el Viejo
Patricia
Fuentes:
Sánchez González, M.A. (2012) Historia de la Medicina y Humanidades Médicas. Elsevier (España).
Sánchez Granjel, L. (1981) La Medicina española antigua y medieval. Universidad de Salamanca (España).
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