Grupo de 4º de Arqueología de la UCM: Helena Muñoz, Patricia González, Andrea de Juan y Nuria Schlesinger.

martes, 27 de octubre de 2015


MEDICINA EN LA EDAD MEDIA:
ORÍGENES Y DESARROLLO


En las diferentes épocas, las formas de combatir la enfermedad han sido muy diferentes, estando todas ellas basadas en alguno, o algunos, de los tres fundamentos siguientes: el saber meramente empírico (medicinas empírico-creenciales basadas solo en el empirismo y en las creencias mágicas), la racionalidad científica (medicinas racionales y científicas que incorporan algún fundamento científico) y las creencias mágicas (basadas en las interpretaciones derivadas de la mentalidad mágica, que es propia del ser humano).

Durante la Edad Media podemos ver varias medicinas que destacaban:

  • MEDICINA ISLÁMICA
El imperio islámico, a medida que se extendía fue asimilando la medicina clásica que iba encontrando a su paso, incluso se vieron influenciados por la medicina hindú. El mérito de la medicina islámica se basó en recoger, sistematizar y transmitir el saber griego antiguo, que de otra forma se hubiera perdido en gran medida. 
Durante su periodo de esplendor, la medicina árabe fue muy superior a la medicina cristiana. Alcanzaron un mejor conocimiento de la medicina clásica ya que disponían de mayores recursos farmacológicos, y desarrollaron espléndidamente los hospitales. 

En el desarrollo de la medicina islámica se distinguen las siguientes etapas:

    • Siglos VIII y IX. Es una fase de recepción, traducción y asimilación del saber griego. En un primer momento los médicos nestorianos, protegidos por los califas, promovieron la recuperación de los manuscritos griegos y retradujeron sus propios libros antiguos al árabe. En esta labor de traducción y asimilación destacó la figura de Hunain Ibn Ishaq, en la llamada “Casa de la Sabiduría” de Bagdag.
    • Siglos X y XI. Es la fase de ordenación y desarrollo del saber antiguo. Entre los médicos destacaron: Ali Abbas, Al Biruni (autor de un tratado de farmacia), Rhazes (autor de un tratado original sobre la viruela y el sarampión) y, sobre todo, Avicena, que escribió el Cannon, una famosa exposición sistematizada de todo el saber médico galénico, que ejerció gran influencia hasta el siglo XVII.
    • Siglo XII. Esta es la fase de esplendor de la medicina árabe. Destacaron los médicos hispanoárabes: Abulcasis, Ibn Al Baytar, Avenzoar…, y, sobre todo, dos médicos-filósofos cordobeses muy influidos por Aritóteles: el musulmán Averroes y el judío Maimónides.
    • Siglo XIII. Comienza la decadencia de la medicina árabe.

AVICENA                                         ABULCASIS                                            AVERROES
               

  • MEDICINA MEDIEVAL OCCIDENTAL CRISTIANA
En occidente, durante la Alta Edad Media, los restos del saber médico antiguo se conservaron en los monasterios, por lo que la práctica de la medicina fue asumida mayoritariamente por los monjes.
Posteriormente, buena parte de los conocimientos clásicos fueron introducidos en Europa por otras vías, de forma que en la medicina de la Edad Media occidental se distinguen dos periodos:
  • Un primer periodo de medicina monástica (desde el siglo VI hasta el siglo XII). El saber antiguo atravesó un primer periodo de decadencia, en el que se practicó una medicina centrada en los monasterios. Aunque continuaron existiendo algunos médicos laicos, principalmente judíos. Pasado algún tiempo, los conocimientos médicos clásicos volvieron a entrar en Europa por dos vías principales:
    • Escuela de Salerno (siglo X) en el sur de Italia: Se tradujeron textos griegos provenientes de Alejandría. Poco después se comenzaron a traducir libros árabes de medicina griega. Un miembro de esta escuela fue Constantino el Africano, que tradujo al árabe del latín importantes textos médicos clásicos.
    • Escuela de Traductores de Toledo (siglo XII), y también la Corte de Sicilia, aunque esta última en menor medida. Fueron traducidos numerosos libros árabes en un marco filosófico predominantemente aristotélico. Gerardo de Cremona es uno de los traductores de Toledo más conocidos. Como consecuencia de este proceso de traducción, se produjo en Europa una “arabización” de todo el saber médico que duraría hasta el siglo XV.
  • Un segundo periodo de medicina escolástica (desde el siglo XII hasta el Renacimiento). Durante la Baja Edad Media, diversos conocimientos eclesiásticos dictaron prohibiciones al ejercicio médico y, sobre todo, al ejercicio quirúrgico de los monjes. Se rechazaron particularmente las prácticas que conllevaban derramamiento de sangre o entrañaban riesgo de muerte. Las prohibiciones fueron más terminantes durante el siglo XII y el Concilio de Clermont, en 1130, prohibió finalmente la práctica de la medicina a los monjes, por estimar que era impropia de la vida monástica, ya que les desviaba de sus objetivos espirituales. Además, algunos monjes llegaron a comercializar sus habilidades médicas. En el año 1139, el papa Inocencio II prohibió formalmente el ejercicio médico a los monjes que: “descuidando el cuidado de las almas, prometen salud a cambio del detestable dinero, convirtiéndose así en médicos de cuerpo… desde nuestra autoridad apostólica prohibimos que eso se haga”. Así, desde el siglo XII la medicina volvió a estar en manos laicas.
  • A partir de entonces, el periodo de medicina monástica puede considerarse terminado. Sin embargo, las escuelas catedralicias habían estado experimentando un auge desde finales del siglo IX. Y, ya en el siglo XII, comenzaron a crearse los “estudios generales” y las “universidades”. En todas estas nuevas sedes se fue desarrollando un saber medico muy respetuoso con la tradición clásica, aunque extremadamente dialéctico, sistemático y especulativo. Este saber fue denominado como “escolástico” o de las escuelas.

Las universidades medievales sirvieron para institucionalizar formalmente la medicina. Su sistema de grados y titulaciones afianzó un sentido de identidad profesional entre los médicos y sus enseñanzas teóricas hicieron de la medicina una profesión culta.
Se dispuso de nuevos textos médicos y se elaboraron sistematizaciones escolásticas del conocimiento. Con ello se expandió la base teórica de la medicina y se enriqueció el debate especializado.

También aparecieron durante esta época los primeros sistemas de titulación oficial y de licenciatura para el ejercicio médico. El rey normando Rogerio II de Sicilia implantó en 1140 la obligación de superar un examen para poder ejercer la medicina en su reino. Un siglo después el emperador Federico II reguló estatalmente el ejercicio de la medicina. Impuso la obligación de realizar un año de prácticas al lado de un médico experto, implantó un examen oficial como requisito para el ejercicio de la medicina, y mando redactar un juramento y un diploma de aprobación.

En los siglos XIV y XV algunas monarquías europeas fueron reglamentando el ejercicio de la medicina, estableciendo condiciones para la licencia y determinando honorarios y responsabilidades. 
En España las Partidas de 1348 fijaban los derechos y obligaciones de los médicos. En 1432 se crearon los Alcaldes Examinadores, que fueron un precedente del posterior Tribunal del Protomedicato, tribunal nombrado por la corona española para examinar, licenciar y reglamentar a los médicos.
Sin embargo, en Europa los profesionales universitarios atendían solo a un reducido sector de las clases sociales altas. Para atender al grueso de la población existía un conjunto de médicos empíricos, especialistas itinerantes, parteras, barberos-cirujanos y boticarios que, hacia el final de la Edad Media, solían asociarse en gremios. Estos gremios también controlaban y restringían el ejercicio médico ofreciendo a cambio de garantizar la idoneidad y el buen comportamiento de sus afiliados.

 El cristianismo, por su parte, aportó grandes cambios en la asistencia a pobres y enfermos. Estos cambios desembocaron en la organización de una asistencia pública dirigida por la Iglesia, dando origen a un periodo histórico que se puede denominar como de “beneficencia eclesiástica”. Se introdujeron cambios que promovieron la asistencia al necesitado y al enfermo (valoración positiva de la enfermedad –el enfermo es merecedor de ayuda-, mandamiento de caridad en la asistencia al enfermo-ayuda al prójimo-, cambio positivo en la forma de valorar el saber médico antiguo, conocido como medicina antigua pagana). 

No obstante, durante la Edad Media, en la sociedad feudal seguía existiendo una fuerte desigualdad frente a la asistencia médica. 
  • Los grandes señores tenían “médicos de cámara” seleccionados entre los médicos más instruidos. 
  • Las clases medias que vivían en las ciudades disponían de médicos que les visitaban a domicilio. 
  • Los pobres eran atendidos en hospitales en los que predominaba el personal eclesiástico, y que en los primeros siglos no disponían de médicos. Poco a poco, el trabajo de los médicos profesionales formados en las universidades comenzó a suplementar la asistencia caritativa que antes solo suministraban los eclesiásticos, aunque la mayoría de los médicos instruidos continuaron presentando sus servicios privados a las clases altas.
Patricia
Fuente:
Sánchez González, M.A. (2012) Historia de la Medicina y Humanidades Médicas. Elsevier (España).
Sánchez Granjel, L. (1981) La Medicina española antigua y medieval. Universidad de Salamanca (España).

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